lunes, 17 de febrero de 2014

#AlanBerliner Retrospectiva, Seminario, y el Documental mismo.



Alan Berliner en la Cineteca Nacional.

Alan Berliner como otros tantos cineastas, han sido testigos del crecimiento del movimiento documental mexicano, que no solo lo ha hecho en número, sino en calidad temática y formal. Por lo mismo, Alan buscaba participar en la reciente edición del Festival de Cine Documental DOCSDF, pero en esas fechas se encontraba de viaje y no le fue posible. Este 14 de febrero, pudo más el amor y el trabajo de todo un equipo multifestivalense (DOCSDF, Ambulante, Cátedra Bergman) para hacer posible que Alan Berliner llegara derrapando del Aeropuerto a la Cineteca Nacional y dar inicio a su retrospectiva, previa conferencia de prensa.

“Ya había hecho algo de investigación sobre su festival y lo que estaba sucediendo en la Ciudad de México, y debo decirles que es muy, muy interesante. Aparte del hecho de que nunca había estado en México, la invitación a venir a presentar mi trabajo fue muy emocionante y algo que buscaba que sucediera, así que me sentí muy honrado al venir a compartir la restrospectiva, estoy muy feliz de estar aquí. Y estoy agradecido de que se lleve a cabo en la Cineteca Nacional.”
“Así como voy viajando por los festivales del cine del mundo, cada vez más ocasiones me encuentro con cineastas latinoamericanos y de México, entonces definitivamente algo está sucediendo aquí. No solo me emociona mostrar mi trabajo aquí, sino también los seminarios que impartiré el lunes y martes, compartir mi trabajo y mis pensamientos, pero también para aprender de la gente acerca de México, de sus intereses y de lo que traigan a la conversación como cineastas y amantes del cine que son. Estoy muy ansioso para empezar, y eso que tuve un viaje de 5 horas y ni siquiera estoy sufriendo de jetlag.”

Sobre el seminario de Alan Berliner

Hice un poco de correspondencia por email con Inti sobre lo que discutiríamos en el seminario, pero de alguna manera depende de quiénes estén en el encuentro, yo espero que se encuentren estudiantes de la universidad, jóvenes cineastas, y estaré feliz de compartir algo de mi experiencia como cineasta, consejos que pueda dar acerca de la realización, cosas que he aprendido, errores que he cometido y de los que he aprendido, enseñar partes de mis películas que ojalá pueda ilustrarles algunas cosas que les pueda ayudar como jóvenes cineastas. Por ejemplo, recientemente escribí un fragmento de consejos que podía dar a los jóvenes cineastas, puede ser apenas del tamaño de una página, pero creo que si discutiera cada uno de los puntos, que son 10 ó 30 consejos distintos, podría tomarme unas horas poder ilustrar y dar una emoción profunda que reside detrás de cada uno de los puntos. Estoy aquí para enseñar, para compartir, estoy aquí para platicar, dialogar, y también para aprender. También para salir con una comprensión más profunda de la Ciudad de México y del ambiente de la comunidad fílmica de aquí, de la Cineteca Nacional, y regresar a casa para contar mi historia a mis amigos de la comunidad fílmica de la ciudad de Nueva York.


¿Cuál es tu percepción acerca de la realización latinoamericana que está sucediendo en estos días?

Yo creo, como mencionaba antes, que Latinoamérica en general se encuentra en un gran renacimiento, puedo decir sin ser específico que en términos de la recepción de mi trabajo se ha dado en formas que no sucedían antes. En el último año he sido contactado para dar presentaciones en festivales de cine documental en Perú, en Chile, en Ecuador, Argentina, México por supuesto, Brasil, que ahora son comunidades prósperas y estoy conociendo cineastas de estos lugares como no lo había hecho antes, pues hace siete u ocho años había una ausencia de eso en ciertos términos. Como mencionaba, la vecindad de Latinoamérica está en ascenso. 
Hace cuatro años, fui invitado a pasar una semana en Cali, Colombia, para un diplomado auspiciado por una Universidad y había ochenta personas en la clase durante toda una semana por ocho horas cada día y había gente de cada país latinoamericano, de México, es decir, de cada uno, era impresionante, y la pasión que tenían por hacer películas y aprender sobre el cine fue muy inspirador para mí, como maestro fue una de las más grandes experiencias para mí, lo digo en serio. 

Sobre el crecimiento del documental y la cura del insomnio.

Lo primero es que las generaciones de hoy están creciendo con las herramientas y la tecnología de realización que son accesibles, más fáciles de usar y que tienen una sorprendente calidad. Incluso tengo un hijo de 9 años de edad y ya hicieron un documental en su escuela, en el 4to. año, así que la gente está creciendo con el documental como parte de su vocabulario, entendiéndolo. Eso es verdad también en la ficción, pero en el documental la palabra “acceso” es lo más importante, incluso para todos en este lugar, tiene acceso hacia algo en especial, una persona, un lugar, un secreto, información privilegiada, un proceso, a algo. Ahora la gente entiende que es posible sacar algo a la luz desde la oscuridad y que hay audiencias en el mundo interesadas en mostrar este lugar y que lo aprecian. Hay una serie en Nueva York llamada “Más extraño que la ficción (Stranger than fiction)”, el cual es un fabuloso título para una serie documental porque es verdad de muchas maneras, es decir, las vidas reales, las historias reales de la gente y los lugares y lo subterráneo del modo en que el mundo funciona, es frecuentemente increíble, tan sorprendente que en muchos modos los documentales son de igual forma o más fascinantes y estimulantes, comprometidos, que las películas de ficción. Voy a terminar diciendo que esta forma de película documental se está haciendo más y más popular, más accesible, para los cinéfilos tradicionales. Me sucedió más o menos hace diez o más años, vi esto suceder porque había una película llamada “Capturing the Friedmans’" , que es un documental muy exitoso, y mi madre fue a verla por su cuenta en un cine y eso no había sucedido antes. Mi madre y yo tuvimos una conversación sobre un documental que ella fue a ver porque leyó acerca de él y estaba en el cine. Ahí fue cuando supe que algo estaba sucediendo. 
¡Ah, y sobre el insomnio! Bueno, esto me regresa a mi hijo de 9 años, quien en el curso de estar haciendo mi documental “Wide awake” había nacido, es hijo único, e insistía en estar anunciando cada mañana que está vivo y despierto, eso fue cuando tenía 6 o 7 años y algo. Aun soy un pésimo durmiente y siempre lo seré, pero tuve que ajustar mi vida bastante, así que ahora me voy a dormir más temprano que antes, pero me he hecho una persona más matutina, es lo que sucedió.

¿Qué estás planeando para el futuro? ¿Ya tienes tu objeto de estudio?

Bueno, eso es interesante, porque me encuentras ahora en un tiempo donde estoy “borrando” mi disco duro, la bio-computadora, de mi más reciente película, “First cousin once removed”. Después de terminar la película, me paso cerca de un año o más de un año presentándola, viajando, aprendiendo, hablando, entendiendo lo que hice, y después necesito soltarla y ahora estoy en el entretanto. Es complicado y difícil para mí psicológicamente encontrar la ecuación apropiada para lo que mi próxima película será. Tiene que ser una combinación de necesidad y fascinación, algo que necesito hacer pero también un tema con el que me voy a pasar años, algo con lo que debo estar fascinado, algo con lo que me puedo adentrar y aprender del mismo. Y al mismo tiempo debe ser algo que debe tener una dimensión personal para mí. Tiene que surgir desde el laboratorio de mi vida. Así que no es fácil para mí encontrar la siguiente película. Aunque irónicamente, cuando veo el volúmen de mi trabajo, casi parece que las películas tienen sentido de alguna manera, como “Oh sí, eso  tiene sentido, lo hizo con su abuelo, lo hizo con su padre, con su primo", pero no es premeditado, en realidad no lo es. Una de las formas de las que mi vida como cineasta es diferente a la de otros (y esto no es acerca de si es mejor o peor, sino diferente), es que muchos cineastas operan en una especie de “modelo de negocios”, están en un estado de “estoy editando esta película, estoy en post-producción de esta otra, estoy presentando la otra y filmando la siguiente, escribo la otra”, tal vez muchos cineastas están trabajando en tres o cuatro proyectos al mismo tiempo. Yo soy alguien que trabaja solo en una película a la vez. Es diferente, ¿sabes? Cada película que hago es un trabajo de amor, y cuando quiero decir “trabajo” es que me dedico tanto como me es posible, y cuando digo “Amor”, pongo toda mi inspiración y pasión en ello, así que ahorita estoy enmedio de ese proceso. Eso es lo que hace que sea una época muy emocionante para mí, incluso al estar aquí en la Ciudad de México, porque al estar viendo mi trabajo con ustedes, con la audiencia, hablando al respecto, conversando en los seminarios, tal vez algo de la siguiente película saldrá a relucir, espero, de un modo sorprendente y espontáneo, no lo sé, eso es lindo, ojalá. 

Nelson Carro: Todas sus películas giran alrededor de su familia, quizás o sin duda es una familia bastante singular, sin embargo, ¿piensa que en las familias se pueden encontrar personajes para hacer una película? 

AB: Bueno, tengo que decir que después de cada película que hice, siempre digo “ya no más familia. Basta”, esa sería mi introducción para “El sonido más dulce (The sweetest sound)”. Había hecho una película antes de esta llamada “Nobody’s bussiness” acerca de mi padre, y antes la película que hice fue sobre mi abuelo, y dije “¿Sabes? Ya es suficiente, vamos a hacer algo externo”. Y en el caso de “The sweetest sound”, respondiendo a la pregunta, pensé en hacer una película acerca de los nombres y pensaba que era un tema interesante y supe que iba a ser parte de la película al encontrar a todos los distintos Alan Berliners en el mundo que pudieran ser parte de la película, pero realemnte quería hacer una película que tuviera diez mil nombres diferentes de cada nacionalidad, raza, etnicidad, hombres, mujeres, discusiones de género, iba a hacer la película definitiva acerca de los nombres al incluir todos los distintos nombres del mundo históricamente cuan fuera posible. Así que hice una versión de eso y me fui a las calles de Nueva York a entrevistar a cientos de personas, tuve conversaciones maravillosas acerca de los nombres de todos los rincones del planeta. Después se los mostré a unos amigos y me dijeron "Está bien, está muy simpatico, es fascinante, pero... no es lo que haces. No nos lleva a este lugar profundo de donde vienen los nombres”. Y entonces me dije, “ok, no tengo que hacer una película que incluya diez mil nombres, pero puedes hacer una película sobre los nombres con uno solo, si lo haces bien”. Y entonces, ¿qué nombre debería usar para la película? El mío. Así que traté de salirme de mis temas, pero terminé regresando. 
Y cada película que hago tiene una historia parecida.

Inti Cordera: ¿Cuándo comenzó el camino de Alan Berliner por reunir las imágenes que luego fueron marcando un estilo propio, en una suerte de artesanía cinematográfica? Estos collages que componen cada uno de tus trabajos.

AB: Uno de los aspectos que conocí acerca de mí antes de ser cineasta y hacer collages, es que amaba juntar cosas y siempre ha sido una experiencia natural, orgánica, de rodearme de cosas que puedo juntar. Así que desde joven era una especie de coleccionista, de rescatista, incluso si no sabía qué iba a hacer con esas cosas. “Algún día habrá el tiempo y el lugar para poner todas estas cosas juntas, las revistas, las fotografías”, lo que fuera. Cuando empecé a hacer películas, a los 17-18 años, con el formato de 16 mm, en Nueva York era la época en que era muy fácil conseguir la película, tan fácil como conseguir revistas, y también los laboratorios, así que me hice obsesivo y empecé a coleccionar. le decía a la gente que coleccionaba y los cineastas me regalaban sus salidas, sus sobras. Me fui convirtiendo en un centro para que la gente me diera sus cosas, con todo lo que junté me hice de un gran archivo de imágenes, películas y sonidos también. Y todo eso fue la base para toda una serie de películas de collage que hice y también me convertí en una fuente de todas esa imágenes que usaba. Y me encantan los detalles, las cosas pequeñas, imágenes distintas, y no le temo al trabajo que implique etiquetarlas, realmente ponerlas en órbita alrededor mío, quiero saber dónde se encuentra cada cosa, soy muy organizado. Pero lo principal es que no soy un coleccionista que esté interesado en cosas preciosas, soy un coleccionista por el sistema de mi organización de los sonidos y las imágenes para que me permitan hacer el trabajo que logro. No quiero estar frustrado por algo que no encuentro. Si tengo una idea, quiero ser capaz de hacerla. Quiero saber en dónde está esa imagen o ese sonido. Eso es muy importante para mí.
Uso todos estos archivos de imágenes y sonidos como fuentes para hacer metáforas, metáforas narrativas y diferentes fórmulas y estrategias, cambiando el modo en que vemos las imágenes como una especie de nuevo vocabulario para para la narrativa. Para cada película que hago, utilizo este archivo para nuevas formas de entendimiento sin importar de lo que se trate el tema de la película.
Espero que con cada película que muestre, el seminario que imparta, pueda explicar cómo demonios las imágenes funcionan, cómo sirven y en algunos casos las historias que surgen de cómo llegaron a tener cierto rol en la película.

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